Sésamo (Ajonjolí)

No estamos acostumbrados a prestarle atención a los ingredientes más pequeños, y menos cuando el sésamo (o ajonjolí) se cruza en nuestro camino sobre el pan de una rica hamburguesa o perro caliente.

Sin embargo hay mejores maneras de consumir este rico granito. Una de las propiedades medicinales del sésamo o ajonjolí es la de prevenir la anemia, pero para que sea más efectivo, debe consumirse triturado o molido.

El sésamo es la semilla que mayor contenido de lecitina tiene después de la soja. La lecitina es un lípido que contiene propiedades emulsionantes ayudando a diluir y digerir las otras grasas, por lo que el sésamo o ajonjolí, ayuda a reducir los niveles de colesterol, en especial del colesterol LDL (colesterol malo), previniendo el riesgo de infartos, anginas de pecho y arterioesclerosis.

Otro de los beneficios nutricionales del sésamo es su gran aporte de calcio, fundamental para prevenir osteoporosis y la presencia de aminoácidos como lametionina, que permite combatir los estados de debilidad.

De igual manera su aporte en vitamina E, sus propiedades antioxidantes, la presencia de vitaminas del grupo B, antianémicas, permite manetener un buen funcionamiento del sistema nervioso, fortaleciendo las uñas y el cabello.

Las semillas de sésamo se pueden consumir crudas o tostadas, enteras, trituradas, en forma de aceite, o como yo más lo prefiero, como sal de sésamo o gomasio, disponible en El Recetario.

* Los alimentos con un índice glicémico inferior a 55 son ideales para incluir en una dieta donde se esté controlando o disminuyendo el nivel de azúcar en la sangre.