Maní

Aunque tiene una cantidad significativa de calorías que puede asustar a aquellos que desean perder algunos kilos, el maní se convierte en un buen aliado a la hora de adoptar un cambio de dieta, excepto para aquellos que han comprobado que son alérgicos a este delicioso fruto seco.

De hecho, estudios científicos han demostrado que las personas que comen maní una a dos veces por semana, son menos propensos a ganar peso que aquellos que nunca lo consumen. Así que sigan la regla de oro: no dejen de comer este delicioso alimento, pero con moderación!

El maní es además una gran fuente de grasas monoinsaturadas, ácidos grasos que recubren las arterias y ayudan a prevenir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero no sólo este tipo de grasas protegen nuestro corazón al consumir maní, este rico fruto es una gran fuente de vitamina E, niacina, proteína y manganeso.

Posee una gran cantidad de antioxidantes, más que la manzana, la zanahoria y la remolacha, sumando más puntos para la salud cardiovascular y contribuyendo además a prevenir el cáncer de colon y la producción de cálculos biliares.

Sus características antioxidantes y su contenido en niacina, ayudan además a prevenir contra el Alzheimer y a retrasar el envejecimiento. Pasen por mi recetario y encuentren deliciosas preparaciones (Maní con gomasio y mantequilla de maní) que contienen este rico ingrediente, que además de saciar la fatiga y calmar la ansiedad, contribuye enormemente a que su corazón siga marchando correctamente.

* Los alimentos con un índice glicémico inferior a 55 son ideales para incluir en una dieta donde se esté controlando o disminuyendo el nivel de azúcar en la sangre.