Cerezas

Antes de empezar a hablar de las cerezas, aclaremos que no me estaré refiriendo a las confitadas que ponemos en el tope de una deliciosa copa de helado, sino a esas esferitas rojas, naturales, jugosas y dulces que aunque son muy escasas en los países tropicales como Colombia, pueden encontrarse durante ciertas temporadas del año.

La cereza es una de las frutas que menos calorías contiene, pero que posee una gran cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales esenciales para nuestra salud, contribuyendo entre otras cosas, a limpiar nuestra sangre de toxinas, manteniendo el hígado y los riñones saludables.

Su hermoso color rojo contiene antocianos glucósidos, un compuesto rico en antioxidantes, útiles contra el cáncer, problemas de pre-diabetes, enfermedades neurológicas y enfermedades inflamatorias, disminuyendo los dolores causados por artritis y heridas deportivas, entre otras.

Las cerezas contienen además buenas cantidades de melatonina, sustancia conocida por calmar las neuronas y estabilizar la irritabilidad del sistema nervioso, mejorando condiciones como la neurosis, el insomnio y las jaquecas. De igual manera este exquisito pequeño fruto es una Buena fuente de minerales, como el potasio, hierro, zinc, cobre y manganeso, esenciales para mantener el sistema circulatorio y la presión arterial en orden.

Cuando vean que las cerezas están en temporada, aprovechen y compren una cajita. Por nuestra ubicación geográfica, pocas veces tenemos la oportunidad de probar esta fruta en su estado natural, pero una vez que lo hagan, dejarán de pedir la versión confitada encima de la copa de helado.

* Los alimentos con un índice glicémico inferior a 55 son ideales para incluir en una dieta donde se esté controlando o disminuyendo el nivel de azúcar en la sangre.