Un asunto que tengo muy claro, pero que al parecer la mayoría de la gente pasa por alto, es la importancia de dedicar tiempo a la comida, no sólo al acto de comer, sino también al de preparar los alimentos.
El ritmo acelerado de la sociedad actual nos ha llevado a automatizar la forma en que comemos y no nos detenemos a disfrutar lo que estamos dándole a nuestro cuerpo, cuyo propósito principal debería ser mantenerlo sano y lleno de energía.
Al momento de cocinar, no hay nada más placentero que oler los ingredientes, sentir su textura, saber si están frescos o no, escuchar el crujiente quiebre de una rama de apio fresca o del aceite calentándose para dorar una cama de verduras, combinar sabores con el cuidado que lo haría un alquimista o componer los platos por colores y formas, otorgándole belleza a lo que nos comemos.
Y qué decir del momento de la comida, el cual podemos volver sagrado tan sólo con saborear cada ingrediente, oler las esencias de las frutas o de un café recién preparado, degustar cada bocado, estando consciente de lo que contiene y lo que le aporta a nuestro organismo mejorará sin duda nuestra salud y calidad de vida.
Problemas de colon, gastritis (reflujo), ansiedad o poca saciedad al comer se resuelven sacando el tiempo necesario y exclusivo para alimentarse. Los invito a comer despacio, a saborear, a oler, a ver, a escuchar la comida, a otorgarle al acto de comer la importancia que merece y consentir al cuerpo con alimentos que además de tener gran calidad nutricional, poseen gran sabor y nos permiten expresarle a nuestro cuerpo cuánto lo respetamos y amamos.
Poco a poco estoy adicionando nuevo contenido. En La Despensa están las propiedades de las arvejas y en El Recetario una fórmula para preparar cremas con diferentes verduras (Cortesía de mi mamá!)
Progreso: 27 Kilos perdidos
Próxima revisión médica: 17 de octubre
El ritmo acelerado de la sociedad actual nos ha llevado a automatizar la forma en que comemos y no nos detenemos a disfrutar lo que estamos dándole a nuestro cuerpo, cuyo propósito principal debería ser mantenerlo sano y lleno de energía.
Al momento de cocinar, no hay nada más placentero que oler los ingredientes, sentir su textura, saber si están frescos o no, escuchar el crujiente quiebre de una rama de apio fresca o del aceite calentándose para dorar una cama de verduras, combinar sabores con el cuidado que lo haría un alquimista o componer los platos por colores y formas, otorgándole belleza a lo que nos comemos.
Y qué decir del momento de la comida, el cual podemos volver sagrado tan sólo con saborear cada ingrediente, oler las esencias de las frutas o de un café recién preparado, degustar cada bocado, estando consciente de lo que contiene y lo que le aporta a nuestro organismo mejorará sin duda nuestra salud y calidad de vida.
Problemas de colon, gastritis (reflujo), ansiedad o poca saciedad al comer se resuelven sacando el tiempo necesario y exclusivo para alimentarse. Los invito a comer despacio, a saborear, a oler, a ver, a escuchar la comida, a otorgarle al acto de comer la importancia que merece y consentir al cuerpo con alimentos que además de tener gran calidad nutricional, poseen gran sabor y nos permiten expresarle a nuestro cuerpo cuánto lo respetamos y amamos.
Poco a poco estoy adicionando nuevo contenido. En La Despensa están las propiedades de las arvejas y en El Recetario una fórmula para preparar cremas con diferentes verduras (Cortesía de mi mamá!)
Progreso: 27 Kilos perdidos
Próxima revisión médica: 17 de octubre