Además de contar con un gran porcentaje de fibra, vitaminas y minerales, las berenjenas proveen una alta cantidad de antioxidantes, sustancias que contribuyen a disminuir los radicales libres, toxinas conocidas por ser las causantes de graves enfermedades crónicas como el cáncer y la hipertensión, entre muchas otras.
Aunque no se tienen resultados concluyentes en humanos, algunos estudios adelantados en animales han probado que comer berenjena puede mejorar la función cardiaca y reducir los niveles nocivos de colesterol y triglicéridos. Igualmente, gracias a sus pocas calorías y a su alta concentración de fibra, la berenjena no solo ayuda a perder peso, sino también a disminuir los niveles de azúcar en la sangre.
Ya sea en un ratatouille, en una sopa de berenjena con zucchini o en una lasaña con pimientos rojos, este ingrediente puede servir como sustituto de otros alimentos que normalmente tienen más calorías, aportando gran sabor y textura a tus preparaciones, pero además, regalándole múltiples beneficios a tu salud.
Aunque no se tienen resultados concluyentes en humanos, algunos estudios adelantados en animales han probado que comer berenjena puede mejorar la función cardiaca y reducir los niveles nocivos de colesterol y triglicéridos. Igualmente, gracias a sus pocas calorías y a su alta concentración de fibra, la berenjena no solo ayuda a perder peso, sino también a disminuir los niveles de azúcar en la sangre.
Ya sea en un ratatouille, en una sopa de berenjena con zucchini o en una lasaña con pimientos rojos, este ingrediente puede servir como sustituto de otros alimentos que normalmente tienen más calorías, aportando gran sabor y textura a tus preparaciones, pero además, regalándole múltiples beneficios a tu salud.